No te amo como años que han corrido,
como desayuno de domingo o mesa familiar.
No como: “amor, me pasas el diario, el pan o la sal”.
Te amo de manera más simple y más dura:
Habiéndote mirado a los ojos estos quince segundos;
sintiendo el terrible estímulo de entregarme
por la eternidad de este encuentro”.
Amor mío,
te he amado tanto y por tan poco.
Ni tú serías feliz con más,
ni yo con menos .
No hay comentarios:
Publicar un comentario